¿Cómo cuidar del paciente polimedicado?
La polimedicación es, desde hace años, uno de los problemas importantes a los que hace frente nuestra sociedad y nuestro sistema sanitario. El aumento de la esperanza de vida ha generado el desarrollo de más problemas crónicos, para los que afortunadamente hay tratamiento.
De hecho, podríamos diferenciar dos tipos de polimedicación: la cuantitativa y la cualitativa.
La polimedicación cuantitativa es la relacionada con una prescripción de gran número de tratamientos como consecuencia de la convivencia de varias patologías.
La polimedicación cualitativa, sin embargo, es la consecuencia de tratamientos inadecuados, duplicidades de terapias o, incluso, de un alto consumo de medicamentos de venta libre (no sujetos a prescripción médica).
La combinación de tratamientos no está exenta de riesgos como las interacciones entre medicamentos, la dificultad de dosificación y la acumulación de posibles efectos adversos.
Además, a esto hay que añadir la problemática de mantener una buena adherencia a las terapias, la necesidad de un adecuado seguimiento, la evaluación de la eficacia y la revisión periódica de la medicación.
El paciente polimedicado es, por tanto, un paciente frágil que necesita de muchos recursos que garanticen la eficacia de la terapia y el mantenimiento de su salud.
¿Qué podemos hacer en la farmacia comunitaria para ayudar en el cuidado de estos pacientes?
Primero de todo, en la farmacia está el farmacéutico, un profesional sanitario altamente cualificado. Su formación permite asesorar en todo lo referido a los medicamentos de forma efectiva, basándose siempre en sus amplios conocimientos en la materia.
Por otro lado, desde hace un tiempo, en muchas farmacias hemos puesto a disposición de los pacientes (y familiares/cuidadores de estos) una herramienta tremendamente útil para abordar la polimedicación:
los SPD (Sistemas Personalizados de Dosificación)
Se trata de un servicio desarrollado íntegramente en la farmacia bajo la supervisión e implicación directa del farmacéutico. Su finalidad principal es organizar los medicamentos de los pacientes de manera personalizada, de forma que se favorezca una mejor adherencia a la terapia y una mayor eficacia de la misma.
Entre sus ventajas principales destacan:
- Sistema indicado especialmente en pacientes crónicos, mayores, dependientes, polimedicados y poco adherentes a los tratamientos.
- Evita errores de medicación, interacciones, duplicidades y uso de medicamentos innecesarios.
- Buena solución en periodos vacacionales.
- Especialmente útil para cuidadores de personas mayores o residencias de ancianos.
¿Cómo se prepara un SPD?
Los SPD son preparados individualizados por paciente en los que se organiza la medicación de toda una semana/mes separándola por tomas a lo largo del día.
Estos preparados están dispuestos en compartimentos individuales sellados, de tal forma que cada uno representa una toma de medicación. Esta disposición de los tratamientos se hace mediante un sistema informatizado y robotizado programado con la pauta concreta de cada paciente.
Cada compartimento individual, una vez preparado, se identifica con un etiquetado que indica: paciente, toma del día a la que corresponde (hora del día), medicación incluida con la dosis, día y hora de preparación y firma de farmacéutico revisor. En esta etiqueta también se indica toda la medicación que corresponda a esa toma, pero que por su forma farmacéutica no pueda ir incluida en el SPD (inhaladores, jeringas precargadas, jarabes…).
Una vez preparada la medicación, un segundo farmacéutico (diferente del preparador) revisa el SPD para confirmar que toda la medicación ha sido organizada correctamente según la pauta del paciente.
Para garantizar la idoneidad de estos sistemas siempre se realiza una fase inicial en la que se entrevista al paciente y se revisa su medicación.
A través de la entrevista conseguimos saber la relación que tiene con sus tratamientos y la comprensión de las terapias y su propia patología.
En la fase de revisión de la medicación se presta atención a los tratamientos pautados para identificar duplicidades, tratamientos innecesarios, reacciones adversas o interacciones.
Con estas dos etapas previas se consigue garantizar la calidad del servicio posterior, pero esta herramienta no solo se queda ahí. También integra el seguimiento farmacoterapéutico del paciente y la coordinación e intercambio de información con el resto de profesionales sanitarios involucrados.
En definitiva, los SPD son la expresión máxima de lo denominado Atención Farmacéutica, labor principal del farmacéutico.
Si tras leer este post se le ha venido a la cabeza la figura de alguna persona que podría beneficiarse de un servicio como este, no lo dudes y dile a él/ella o a sus familiares/cuidadores que vengan a la farmacia y pidan información detallada tanto de los SPD como del proceso para su implantación.
Fuentes: