La falta de adherencia terapéutica, ya es considerada por la Organización Mundial de la Salud como unos de los problemas de mayor relevancia en el panorama sanitario mundial. El paciente en centro del proceso resulta clave para promover el uso correcto de los medicamentos y promoviendo un estilo de vida saludable.
Es especialmente preocupante el caso de los pacientes polimedicados y aquellos con deficiencias en su sistema inmune, ya que en muchas ocasiones no logran adherirse adecuadamente a su tratamiento, alcanzando cifras alarmantes de hasta un 60% de falta de adherencia.
Aquí es donde entra en juego la tecnología SPD (Sistemas Personalizados de Dosificación), que permite un seguimiento mucho más preciso en tratamientos con un estrecho margen terapéutico, como los que se llevan a cabo en las áreas de oncología o trasplantes.
El uso de SPD garantiza una administración correcta de los medicamentos, evitando errores y optimizando los resultados terapéuticos.
Para que el paciente pueda recibir la mejor atención e información sobre la evolución de su tratamiento, así como para mejorar su calidad de vida y aumentar la tasa de éxito de los tratamientos, resulta fundamental establecer una estrecha coordinación entre los profesionales farmacéuticos comunitarios y hospitalarios. Esta colaboración garantiza una atención integral al paciente, brindando apoyo y asesoramiento en todo momento.
En conclusión, la falta de adherencia al tratamiento es un desafío importante en el ámbito de la salud, pero el uso de tecnologías como el SPD puede proporcionar una solución clave. Con una coordinación adecuada entre los profesionales implicados y un enfoque centrado en el paciente, es posible mejorar considerablemente la salud, promoviendo una adherencia terapéutica adecuada y logrando mejores resultados en los tratamientos médicos.